“Puede elegir el color que desee, siempre y cuando sea negro”, Henry Ford.

Una de las cuestiones más relevantes cuando vendemos un producto o servicio es fijar su precio. A muchos nos surgen las dudas a la hora de afrontar esta decisión, por este motivo, en esta nueva entrada vamos a abordar esta cuestión y os vamos a dar unas recomendaciones para que el precio sea atractivo para su compra.

Un estudio de mercado sobre qué hace la competencia es vital a la hora de fijar nuestro precio. Tu competencia es una factor clave, qué te diferencia de tu competencia también y qué diferencia tu producto o servicio de tu competencia es lo que marca realmente la diferencia.

Vamos a crear un precio atractivo desde cero siguiendo estos consejos:

El factor psicológico

Nuestro cliente por razones puramente psicológicas no le concede mucha relevancia a una variación muy pequeña en el precio. Si tu producto tiene el margen adecuado para venderse pongamos una cifra en 45 € es mejor que su venta la intentemos fijar en 49 €. La etiqueta de venta de nuestro producto o servicio terminado en 9 apela a nuestro subconsciente para hacer que compremos.

Los precios psicológicos no son nada nuevos, se cree que el primer vendedor que apelo a esta estrategia fue un periódico en Chicago inmerso en una guerra de precios con la competencia en 1875. En la actualidad, y por un estudio llevado a cabo en el año 2008 en EEUU, se concluyo que el 60 % de los precios de los productos acaban en 9, esto lleva a pensar al comprador que está pagando una cifra más ajustada por su producto o servicio.

El factor tiempo

El comprador además de dar valor al precio del producto o servicio también concede mucho valor al tiempo. Acompañar a nuestros precios de una frase que relacione la compra con el factor tiempo es importante, pongamos un ejemplo: Si la venta es por internet y hay que llevar el producto a su domicilio, acompañar al precio de una frase en relación a que en 4 horas estará su producto en su domicilio puede ser decisivo para que al comparar el precio de ese producto con la competencia no le importe tanto el precio y si de un valor muy grande al tiempo en el que el producto puede ser disfrutado.

El factor calidad

Otro valor diferencial a la hora de fijar nuestro precio es la calidad que queremos asociar a nuestro producto o servicio en relación a la competencia. Si nuestro precio queremos que asuma una mayor calidad que el de la competencia debe de ser más caro. Del mismo modo, debemos de asociar ese precio a valores tangibles e intangibles de calidad por los que el comprador se decida a pagar un sobrecoste justificado.

Esperamos que después de leer esta entrada os quede claro que para fijar el precio de nuestros productos y servicios debe de haber una estrategia de precios que justifique nuestra decisión. No queremos terminar nuestra entrada sin destacar un factor muy importante a nivel estratégico.

“El factor Veleta”

Una vez justificada nuestra estrategia de precios hay que llevar a cabo nuestra estrategia de venta. No podemos variar nuestros precios como si fueran una “veleta” en periodos cortos de tiempo sin que antes no hayamos valorado correctamente el motivo por el que no se están produciendo compras. Al variar precios “alegremente” dañaremos nuestra imagen y el consumidor perderá confianza en nuestro producto o servicio.